La “ley seca” de alguna manera contiene el consumo de bebidas alcohólicas en forma temporal en Yucatán, pero cuando se levante esta prohibición (como ya se hizo) volverá el repunte de consumo porque es alta la costumbre de ingesta de este producto, consideró el director del Centro de Integración Juvenil (CIJ) de Mérida, Víctor Roa Muñoz.
Entrevistado sobre el decreto de la “ley seca” impuesto por la pandemia el 10 de abril pasado, su prolongación, y la reapertura de la venta restringida de cerveza y licor en Yucatán, Roa Muñoz manifestó que “hay cierta contención con la ‘ley seca’”, pero también se comprobó que “con pandemia y sin pandemia” hay un mercado negro de alcohol en Yucatán y esto se evidenció una vez más con la venta de licor adulterado que causó muertes y las ventas clandestinas.
“Sí, de alguna manera se contiene el consumo con la ley seca, pero cuando empieza la normalización del comercio de bebidas embriagantes el que tiene el hábito de tomar lo continuará”, anticipó.
Recordó que Yucatán está entre los primeros lugares en intoxicación alcohólica y en consumo per cápita de cerveza rebasa el promedio nacional.
De acuerdo a la Encuesta Nacional de Salud y Nutrición (Ensanut) de 2018, Yucatán ocupa el tercer lugar nacional en consumo de bebidas alcohólicas en personas mayores de 20 años y su consumo per cápita de cerveza es de 80 litros anuales, 20 litros más que el promedio nacional.
“La costumbre y cultura de los yucatecos y yucatecas es beber alcohol en forma explosiva”, señaló. “No podemos negar que es un problema y en el caso de las estadísticas vemos que 6 de cada 10 pacientes que consumen algún tipo de drogas igual consumen alcohol”.
El director del CIJ recomendó a las personas con adicción a las bebidas embriagantes que en primer lugar deben de tener un consumo moderado y responsable; en segundo lugar deben de reconocer que tienen un problema de alcoholismo; en tercer lugar el CIJ ofrece programas y tratamiento especializados para los que tienen problemas en su forma de beber; y cuarto, ofrecen apoyo psicológico y médico a las familias que tienen entre sus miembros a un alcohólico.
“No podemos negar que hay un problema de abuso de alcohol y de alcoholismo en Yucatán y el país en general. Esto significa que muchos yucatecos y yucatecas no beben todos los días, pero cuando toman lo hacen de forma explosiva en corto tiempo”, explicó.
“Esta forma de beber en forma explosiva trae muchas afectaciones a la salud física, emocional, a las relaciones con la familia, ausentismo laboral, violencia social y familiar, convivencia familiar tóxica y problemas económicos”.
El Centro de Integración siempre insiste en la creación y aplicación de programas preventivos para disminuir este problema de salud, estas medidas que aplican los gobiernos como la ley seca contienen temporalmente y es útil como se ve en esta pandemia para prevenir que el contagio se expanda y agrave, pero hay un dicho que dice que no hay plazo que no se cumpla, y cuando termine la ley seca volverá el consumo explosivo, dijo.
“Ya se autorizó la venta a domicilio y en cantidades limitadas, pero lo que debe de entender toda la población, es que debe de haber una responsabilidad personal en cuanto a la forma de beber de cada persona”, reiteró. “Ayer platicaba con una doctora sobre un caso de unos de sus familiares que compraron cervezas, mandaron pedir una canastilla que normalmente cuesta $120, pero a ellos se la vendieron en $300, ahora es una cuestión de oferta y demanda y hay expendedores que están abusando de esta restricción”.
El licenciado en trabajo social señaló que es importante fortalecer la prevención contra la ingesta de alcohol, pero ojalá que a las personas que les gusta tomar y tienen problema de beber lo reconozcan y busquen ayuda profesional para tener un equilibrio emocional; no se trata de prohibir beber cerveza o licor, sino de aprender a beber con responsabilidad y moderación.
Alcohol/ Consumo y venta
La venta de alcohol ya se reinició en Yucatán, pero con una serie de restricciones.
Programas
“El Centro de Integración Juvenil siempre insiste en la creación y aplicación de programas preventivos para disminuir este problema de salud”, indicó su director, Víctor Roa Muñoz.
Responsabilidad
“Ya se autorizó la venta a domicilio y en cantidades limitadas, pero lo que debe de entender toda la población es que debe de haber una responsabilidad personal en cuanto a la forma de beber de cada persona”, reiteró.
Disparan precios
“Ayer platicaba con una doctora sobre un caso de unos de sus familiares que compraron cervezas. Mandaron a pedir una canastilla que normalmente cuesta $120, pero a ellos se la vendieron en $300. Ahora es una cuestión de oferta y demanda y hay expendedores que están abusando de esta restricción”, aseveró Víctor Roa, quien recalcó que se debe de fortalecer la prevención.
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