Cuando se habla de desalojos no se puede hablar de algo voluntario, desalojar es un acto que implica el poder y la fuerza de una parte sobre la otra. Desalojar a familias que durante años han habitado los barrios de Campeche para dar paso al Tren Maya no es solo privarlas de su patrimonio, sino también de su identidad, entorno, tejido social, ambiente, tradiciones y costumbres.
La transmisión vía Facebook Live contó con la participación de Guadalupe Gutiérrez Cáceres, del colectivo Tres Barrios de Campeche, y Kalycho Escoffié Duarte, de Kanan Derechos Humanos. Como moderadora estuvo la abogada Celeste Patiño.
El objetivo de la dinámica fue abrir un canal de comunicación con el público en general a fin de conocer la situación que aqueja a cientos de familias cuyo patrimonio están en peligro de perder, se indicó.
Pero más que sus casas y sus terrenos, los vecinos perderían su identidad y sus vínculos fraternales, costumbres y tradiciones que han arraigado en sus comunidades a lo largo de casi 130 años.
La señora Guadalupe Gutiérrez, férrea opositora al desalojo, explicó que cuando en un principio se habló del proyecto nunca se dijo que los vecinos serían desalojados, pero lo que ha causado mayor indignación y encono contra el proyecto es que se les señale como invasores que se apropiaron de un espacio federal por donde pasan las vías del ferrocarril.
“Nada más falso que decirnos invasores”, comentó. “Las vías son las verdaderas invasoras, se colocaron hacia mediados de los años 30 del siglo pasado y se pusieron sin más a través de las calles de los barrios que tienen casi 130 años de existencia, con familias que por generaciones hemos vivido aquí”.
“Ahora resulta que ocupamos una zona federal, cuando en realidad la zona federal tomó nuestros espacios”, subrayó.
“¿Por qué no en lugar de desalojar familias, despojarlas de su patrimonio y de su estilo de vida, no se reorientan las vías?”, sugirió.
Durante la transmisión en vivo, la participación de la señora Guadalupe Gutiérrez se vio afectada por graves deficiencias en la señal, por lo que fue muy difícil apreciar su testimonio.
Al hablar de los aspectos jurídicos detrás de los intentos por desalojar a los vecinos de sus propiedades, Escoffié Duarte aclaró que todo desalojo implica una situación nunca voluntaria, porque una de las partes utiliza la fuerza para lograr su objetivo.
“La pandemia del Covid ha sido factor determinante en el problema que afrontan los vecinos de los barrios, la falta de claridad y el que los tribunales solo atienden asuntos ‘urgentes’ los ha colocado en un estado de indefensión e incertidumbre, en el que los promotores del proyecto Tren Maya solo tienen para ellos una alternativa: irse voluntariamente”, comentó.— Emanuel Rincón Becerra
La Plancha Desmentido de Fonatur
Fonatur emitió ayer un comunicado en el que habla del caso de La Plancha.
Temores infundados
Ante el temor manifestado por vecinos de ese rumbo de que sean desalojados como parte del proyecto del Tren Maya, el organismo federal dijo que son falsas las versiones en que se basan esas preocupaciones.
Valores
Sostuvo que toma en cuenta el valor histórico, cultural y patrimonial de la ciudad de Mérida y tiene la intención de contribuir en todo momento al desarrollo integral de sus habitantes.
La vivienda
Las acciones de vivienda que surjan como consecuencia del proyecto, dijo, tienen un componente participativo relevante, en ningún momento el proyecto plantea forzar decisiones o, como algunos actores han utilizado, con intenciones ajenas a las de la ciudadanía, la palabra “desplazar”. No es el objetivo del proyecto y la información en ese sentido es falsa, subrayó.
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