Liliana Lazo Chávez empezó como simple entrenadora de natación en el deportivo Kukulcán; ahí conoció a su “amigo” César Gustavo Carrillo Tello, quien al llegar a ser administrador del Estadio Salvador Alvarado, la hace parte de su equipo de trabajo.
Lazo Chávez ahora trabaja de coordinadora deportiva del Club Campestre, donde mete a entrenadores a trabajar a cambio de que le den un porcentaje de su sueldo, o sea, donde se mueve, sólo sabe hacer negocios, no servir ni trabajar.
Aunque salió del IDEY en medio de tremendo escándalo y llegó a ese puesto por una “amistad íntima” con su jefe, Liliana Lazo Chávez dice que hizo maravillas, y que puede volver a hacerlas.
Pero ella no puso en marcha brillantes proyectos, sino que más bien pasaba horas y horas encerrada en el privado de César Gustavo. Ese es su legado, indican nuestros informantes, muy molestos porque esta mujer miente al decir que es la octava maravilla del deporte en el IDEY.
Si un día regresamos a trabajar en el gobierno mejoraremos muchas cosas más, publicó esta mujer, lo que enardeció a los trabajadores del IDEY que la conocen y saben que no hizo nada, más que hacer negocio y llenar sus bolsillos, pues empezó a cobrar por clases que antes de ella eran gratuitas.
“Ojo a los partidos que desean ganar las próximas elecciones, este tipo de personas no puede volver a tener cargos en el gobierno, aunque trabajen día y noche por visitar seccionales y traer votos. Solo están mirando su beneficio y placer propio y no del pueblo”, afirmaron los inconformes.
Según los entrevistados, la presencia de Liliana Lazo en el estadio solo causó mal sabor de boca en el personal administrativo y de la coordinación deportiva del Estadio Salvador Alvarado, quienes aún recuerdan su negro historial por ese deportivo.
SARTA DE MENTIRAS: Puso escuelas de iniciación para niños y adultos y más del tan emblemático y polémico Estadio Salvador Alvarado. Esas clases ya estaban cuando ella llegó de la mano de César, ya que esas clases estaban desde que era administrador Jorge Berzunza y Verónica Rosas era la coordinadora deportiva; las clases para adultos eran gratis.
“Las escuelas de iniciación deportiva ya existían y Liliana lo sabe muy bien, porque era entrenadora en Kukulcán y en el Estadio ya había grupos de adultos que iban a entrenar, solo que al llegar Cesar Gustavo Carrillo Tello como administrador comenzaron a cobrar esas clases”, indicaron nuestros entrevistados.
Eran clases gratis y ella empezó a cobrar, para poder hacer negocios con las escuelas de iniciación deportiva y sacarle jugo a la alberca del Estadio; una parte ingresaba al Idey y la otra a sus bolsillos.
OTRA MENTIRA: Dice muy preparada académicamente, porque su currículum dice que estudio en Tribunal Electoral del Poder Judicial, estudio en TSU Área Administrativa y Evaluativa, estudio Ingeniería en el Instituto Tecnológico de Mérida, pero ni siquiera aparece en el listado de profesiones.
LA VERDAD: Lo que todos saben es que Liliana lazo empezó como simple entrenadora de natación en el deportivo KukulcÁn; AHÍ conoció a su “amigo” César Gustavo Carrillo, quien la hizo parte de su equipo de trabajo cuando llegó de administrador al Salvador Alvarado.
“Su presencia de coordinadora causó mucho conflicto y descontento entre todo el personal que allí laboraba y querían su cabeza, pero como era la “amiga” del administrador del Estadio era casi imposible correrla.
Sin embargo, por razones de celos enfermizos y agresiones de parte de Cesar Gustavo, ya que primero la golpeó y abofeteó en su oficina (todos los trabajadores escuchamos los gritos), luego la sacó del Estadio Salvador Alvarado y obviamente del IDEY; esto sucedió en la administración de Juan Sosa y ella no puso ninguna demanda por violencia familiar, ya que tenía mucha cola que le pisaran.
“Nunca trabajó por el bien del deporte, sino que junto con César hacían negocios con las escuelas de iniciación, pero nunca pasó ni pasará nada contra ellos, porque son políticos de cuello blanco”, finalizaron los entrevistados. ((El Grillo)
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