La Fiscalía General del Estado (FGE) está envuelta en un escándalo público, luego de que se diera a conocer en días pasado, las omisiones que tuvo en las investigaciones correspondientes en el caso de la muerte de José Eduardo Ravelo Echevarría, el joven veracruzano que de acuerdo con la Fiscalía General de la República (FGR) falleció a causa de neumonía.
La investigación ministerial, aparentemente torcida, encubridora y falta de profesionalismo, presuntamente tiene nombre y apellido, se trata de Arturo José Ambrosio Herrera, vicefiscal de Investigación y Procesos de la Fiscalía General que explicó en una rueda de prensa la cronología de los hechos que culminaron con la muerte de José Eduardo y la consignación de cuatro policías municipales de Mérida, cuando la acusación directa fue contra otra corporación policiaca.
Al inicio del caso, el vicefiscal declaró que el Ayuntamiento de Mérida se negó a entregar los videos sobre la detención del joven, situación que a través de un comunicado desmintió el palacio municipal, quien señaló que a través de la Dirección de la Policía Municipal de Mérida entregó a la Policía Estatal de Investigación, desde el 29 de julio pasado, todo el material audiovisual que estaba en su poder.
La presunta parcialidad del licenciado Ambrosio Herrera se podría deber a que primero fue director de la Policía Estatal de Investigación (PEI), donde trabajó del 1 de octubre de 2016 hasta su nombramiento de vicefiscal con la llegada de Juan Manuel León León a la titularidad de la FGE.
Cabe destacar que Ambrosio Herrera tiene amplia experiencia en el campo de investigación delictiva porque fue procurador de Justicia del gobierno de Campeche; sin embargo, su amistad y cercanía a la SSP lo orillaron a buscar culpables en una corporación distinta a la que relató José Eduardo al denunciar violación y tortura por parte de las autoridades.
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