La misión Odiseo, llevada a cabo por la NASA y la empresa privada Intuitive Machines de Estados Unidos, tiene como objetivo principal la construcción de una base lunar con el propósito de realizar investigaciones científicas en nuestro Sistema Solar. Además, busca la extracción y utilización de recursos naturales presentes en la Luna, incluyendo valiosos minerales esenciales para la producción de tecnología y energía nuclear, según declaraciones de Alejandro Farah Simón, Secretario de Educación y Divulgación del Programa Espacial Universitario de la UNAM.
Farah Simón destacó la abundante riqueza mineral en la Luna, especialmente las llamadas tierras raras utilizadas en la fabricación de dispositivos electrónicos, escasas en la Tierra. Asimismo, resaltó la presencia de Helio-3, un isótopo valioso para la energía nuclear, que se encuentra en cantidades limitadas en nuestro planeta.
El interés científico en la exploración lunar ha evolucionado hacia la explotación de recursos naturales, marcando un cambio en la industria espacial hacia la búsqueda de materiales esenciales. Farah Simón enfatizó la importancia de encontrar agua en la Luna para procesos industriales y la supervivencia, con la elección estratégica de la ubicación en el Polo Sur, donde se encuentra agua congelada en las zonas menos expuestas al sol.
Además de los beneficios científicos, la construcción de una base lunar se visualiza como una «gasolinería» para misiones futuras a Marte, ofreciendo la posibilidad de recargar combustible en la Luna y reduciendo la necesidad de transportar materiales desde la Tierra. Farah Simón sugiere que la presencia de recursos naturales y la capacidad de enviar archivos digitales desde la Tierra podrían permitir la fabricación local de equipos mediante tecnologías como impresoras 3D.
El académico señaló que estos objetivos no están lejos de alcanzarse, destacando la colaboración con empresas privadas como Intuitive Machines y Astrobotic en la fabricación de módulos lunares. Subrayó que, aunque las misiones lunares también sirven como pruebas tecnológicas, la prioridad actual es la explotación de recursos naturales.
El módulo Odiseo, alimentado por paneles solares, enfrenta desafíos energéticos, pero ha desplegado con éxito sus paneles, buscando operar durante siete días en la Luna sin recargar baterías. La misión también incorpora tecnología láser para facilitar un alunizaje suave y superar obstáculos como la nube de polvo lunar llamada regolito.
Farah Simón concluyó: «El Universo nunca dejará de asombrarnos», subrayando la responsabilidad de mantener la curiosidad para comprender y proteger nuestro planeta.
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